Festival Miami

Festival Miami

El Festival Miami, a pesar de la crisis, se ha mantenido en su edición número 27 con la  calidad acostumbrada. Si bien la asistencia de público ha mermado en algunas ocasiones, otras noches los asistentes han desbordado el Gusman Concert Hall de la Universidad de Miami, donde se ofrecen la mayor parte de los conciertos, como el de Santiago Rodríguez, el 15 de octubre,  que por enfermedad del pianista tuvo que ser suspendido para el  próximo domingo 31 a las 3 p.m.

     Los asistentes no perdieron el viaje, porque  tuvieron como compensación un magnífico recital todo con música de Chopin a cargo del virtuoso Tzu Ling que había asistido esa noche como espectador. Ling ofreció una muestra de su dominio en la música del famoso compositor polaco, y aunque fue muy aplaudido, a algunos en el público nos pareció su visión un tanto académica y falta de apasionamiento en ciertos pasajes que suelen ser entregados con fuego. Sin embargo, la técnica de Ling es irreprochable, y sin duda, gustó muchísimo.

      Otro de los conciertos del Festival a los que asistí recientemente fue el de Homenaje a Frank Loesser, el famoso autor de Guys and Dolls y The Most Happy Fella. Su viuda y su hija, cantantes muy conocidas, se encontraba presenten esa noche e interpretaron canciones del famoso compositor. La velada se completó con un recuento de la vida del autor ilustrada en ocasiones con proyecciones sobre su vida y fragmentos de las películas con su música. Sin duda una velada muy emotiva, sobre todo, para las personas que bailaron con su música o vieron en la pantalla las películas que lo inmortalizaron.

      Para los amantes de la música de cámara estuvo la noche formidable de String Quar Tete a Tete con el prestigioso cuarteto miamense Bergonzi, un verdadero orgullo de esta ciudad que ha alcanzado reconocimiento internacional a través de sus discos, y el Stamps String Quartet, integrado por alumnos de último año que se lucieron con la pieza de apertura, el Cuarteto en re menor, op. 76, no. 2, de Haydn.

       Los Bergonzi, por su parte, ofrecieron un programa que era como un corte transversal de su repertorio, desde el Cuarteto no. 1, op. 7, de Bartok, con todas sus endiabladas complejidades y hermosas dificultades, hasta una transcripción (de Scout Flavio) de la danza Alegre, de Touzet. Fascinante la transcripción, también de Flavio, del lied, Erlkoning, de Schubert, donde se conjuga lo descriptivo con lo dramático y lo introspectivo en una brillante adaptación de este talentoso violinista.

       Pero sin duda el plato fuerte de la noche fue el famoso y monumental Cuarteto op. 10, de Debussy, que en manos de estos virtuosos se irguió en todo su esplendor de transparencias sonoroas e inesperados efectos cromáticos. El público los aplaudió de pie.

La noche de apertura, el día 8, con la Frost Symphony Orchestra y Sandra López, en Las cuatro últimas canciones, de Strauss, fue sin duda la noche más espectacular de todas a las que asistimos.  La primera parte tuvo como gran solista a la Frost Córale que entregó un magnífico Gloria, de Poulenc.

        Thomas Sleeper, desde el podio, mantuvo la noche en su puño, y se dio gusto en una vital entrega de la obertura Carnaval Romano, de Berilos. El exquisito cierre con la obra de Strauss puso al público a ovacionar de pie. Un comienzo brillante que hubiera querido reseñar antes. Si se lo perdió, todavía está a tiempo de disfrutar de los 3 días finales del Festival Miami, que  concluye este domingo 31 como dije al principio, con el concierto de Santiago Rodríguez. Esta noche tienen la oportunidad de ver al maravilloso flautista Néstor Torres con la orquesta del Instituto Henri Mancini (que tiene su residencia en UM) y el sábado 30, el original Gran Finale, a las 8 p.m., en el GCH, un Giants of Jazz Salute, con el legendario Wycliffe Gordon.

      Gusman Concert Hall, University of Miami,1314 Miller Drive, Coral Gables, (305) 284-2241. Para información y entradas: 305 284 4940 y en festivalmiami.com